¿Eres de los que por más que limpias la casa siempre hay polvo? En la televisión, en los rincones, en los muebles del salón… Mires por donde mires, siempre hay polvo en la casa. ¿Será que no limpiamos bien? Muchas veces, sí lo hacemos, pero no lo hacemos bien. Hay trucos infalibles con los que conseguirás quitar el polvo que se acumula en los suelos, en los muebles y en las alfombras, tres de los sitios más habituales. ¿Quieres conocer estos 3 trucos para eliminar el polvo de una vez por todas?
1. Fregar el piso con agua y vinagre
Para eliminar el polvo de la casa, hay varios trucos. En primer lugar, coloca una alfombrilla en la entrada y así antes de entrar en casa, podréis limpiaros los zapatos, que suelen contener arena, polvo y suciedad. Después, no olvides que debes limpiar de arriba a abajo y pasa la aspiradora para que no te quede ningún rincón con polvo. A continuación, friega el piso con agua y vinagre blanco y conseguirás retirar cualquier mota de polvo que haya podido quedar en el suelo. Si sigues estos trucos, mantendrás la casa limpia durante más tiempo.
2. Aceite de oliva para los muebles de madera
Para olvidarnos del polvo que se suele acumular en los muebles, es importante conocer este truco: en un bol añade agua, un chorrito de vinagre blanco y unas gotas de aceite. El aceite creará una película penetrando en la madera y haciendo que el polvo y los ácaros resbalen. ¿Lo conocías? Si además tienes niños y habitualmente dejan marcas de sus manos en las puertas o esquinas, puedes limpiar estas marcas con jabón neutro mezclado con agua. Después, seca con un trapo de algodón para no dejar restos ni hilos. Verás cómo tus muebles brillarán de nuevo.
3. Agua caliente y amoniaco para limpiar bien las alfombras
Las alfombras atraen mucho polvo y ácaros y esto hace que se produzcan muchas alergias entre los miembros de la familia si no las mantenemos limpias. Aunque su limpieza depende del tipo de pelo: largo, corto, fibras sintéticas…
Por normal general podríamos tomar nota de este truco: cogemos un cubo con agua caliente y añadimos 100 ml de amoniaco. Utilizando un pulverizador, podemos rociar la mezcla directamente en la alfombra y poco a poco con un cepillo pero sin frotar debemos extender la mezcla y cubrir toda la alfombra. No uses ni aspirador ni ningún otro producto y déjala secar al aire libre. Verás lo reluciente que queda y como la limpieza es mucho más profunda que si solamente pasas la aspiradora.
Fuente: habitissimo